La calidad del cielo nocturno en el observatorio de Calar Alto ha sido objeto de un análisis detallado por medio de diferentes técnicas observacionales, a partir de datos recogidos entre los años 2004 y 2007. Las conclusiones indican que Calar Alto constituye un emplazamiento oscuro con una fracción considerable de noches útiles para la observación astronómica. La agudeza de las imágenes (lo que en astronomía se denomina seeing) y las propiedades generales del cielo nocturno en Calar Alto colocan este observatorio entre los mejores lugares para realizar observaciones astronómicas.
En otros tiempos, los observatorios astronómicos se emplazaban cerca o incluso dentro de los pueblos y ciudades. Pero la tendencia de la ciencia actual hacia el estudio de objetos astronómicos cada vez más débiles y con el mayor grado de detalle posible, condujo al desarrollo de telescopios mayores, equipados con instrumentos muy sensibles pensados para detectar la luz más tenue. Este proceso requiere ubicar los observatorios en lugares elevados, aislados y oscuros, seleccionados con todo cuidado para garantizar que los recursos económicos, técnicos y humanos invertidos en su construcción conducen al mayor rendimiento científico.
De acuerdo con esta tendencia, el observatorio de Calar Alto se levantó en el sudeste de la España continental tras un estudio detallado efectuado entre 1968 y 1973 por la institución Max-Planck-Gesellschaft (Alemania Occidental). España y Alemania Occidental construyeron cinco telescopios principales (0.80 m, 1.23 m, 1.5 m, 2.2 m, 3.5 m) en la cumbre de Calar Alto desde 1975 hasta 1984, y en la actualidad este observatorio sigue siendo la instalación astronómica más importante situada en el continente europeo.
Un buen lugar de observación debe ser oscuro, tiene que contar con un aire trasparente (o sea, con escasa extinción atmosférica), ha de ofrecer una gran número de noches despejadas y debe contar con condiciones atmosféricas estables que permitan obtener imágenes detalladas (un buen "seeing"). Un estudio exhaustivo que se acaba de hacer público analiza el cielo nocturno en Calar Alto a partir de un conjunto completo de datos que permiten valorar todos estos aspectos. Esta investigación, que se publicará en la revista científica Publications of the Astronomical Society of the Pacific, se basa en medidas espectroscópicas, fotométricas, de seeing y de extinción tomadas en Calar Alto entre 2004 y 2007.
Los autores del trabajo, Sebastián Sánchez y colaboradores, concluyen que "En las longitudes de onda de la banda visible, Calar Alto parece ser un lugar particularmente oscuro, comparable a Mauna Kea" en Hawái, donde están instalados los telescopios gigantes Keck. La oscuridad de las noches sin Luna en Calar Alto se puede comparar incluso con la que impera en el cerro Paranal (en Chile, donde se halla el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral, ESO), un resultado que los investigadores consideran"digno de destacar, dado el nivel de contaminación lumínica que se registra en los espectros tomados en Calar Alto". Indican que "si fuera posible reducir la incidencia de la contaminación lumínica en el entorno de Calar Alto, entonces se convertiría en un lugar excepcionalmente oscuro para las observaciones en la banda visible."
La trasparencia del cielo (la "extinción", en la terminología astronómica) en Calar Alto muestra un comportamiento estacional relacionado con el polvo procedente del Sáhara, pero con efectos inferiores a los que se perciben en los observatorios de las islas Canarias. En Calar Alto resultan útiles para la observación astronómica un 70% de las noches, y casi un tercio de estas se califican como "fotométricas", el término que se emplea en astronomía para referirse a las noches en las que se logran las medidas de la mayor calidad posible. El grado de detalle de las imágenes (el "seeing") durante los dos últimos años adopta valores cuya mediana asciende a 0.9 segundos de arco, con un comportamiento algo mejor en verano y ligeramente peor en invierno.
En síntesis, los autores de este estudio concluyen que "Calar Alto sigue siendo un buen lugar para la astronomía, similar en muchos aspectos a otros sitios en los que están en construcción o en uso telescopios de la clase de 10 metros". Esta circunstancia, unida a los costes de construcción y operación más reducidos que brinda el emplazamiento en Europa continental, lleva a los autores a concluir que "este observatorio es un buen candidato para la instalación futura de grandes telescopios ópticos".
© Observatorio de Calar Alto, octubre 2007